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Sancionada por trabajar

La lucha de las mujeres en el mundo del deporte, cada vez se parece más a un combate que nunca va a tener fin. Llevamos un siglo luchando y demostrando que podemos y debemos hacer deporte, al mismo nivel y en las mismas condiciones que ellos, pero a cada paso que damos, cada obstáculo que superamos, cada barrera que derribamos, nos encontramos con un nuevo muro que construyen.
Cada día las mujeres deportistas marcan nuevos hitos, logran medallas, conquistan títulos, demuestran su valía, su capacidad, habilidad, entrega, pero no se reconocen sus méritos, no al menos al mismo nivel que sus hómologos masculinos.
No contentos con ello, ponen nuevas barreras con un objetivo que cada día parece más claro: que nos retiremos o nos conformemos.
Afortunadamente, siempre habrá "guerreras", mujeres que no se dejarán pisar y dirán con voz alta y clara lo que piensan. Guerreras como Sara González, la jugadora de voleibol del Universidad de Burgos, que ha decidido acudir a la justicia ordinaria por algo que considera un atropello. Sara González fue sancionada con tres meses de suspensión por no acudir a una convocatoria de la selección nacional. La jugadora había advertido con tiempo que no la convocasen porque tenía que trabajar y envio un escrito solicitando que no fuese convocada porque en las fechas de concentración de la selección ella tenía que cumplir un contrato de prácticas de enfermería. Resultado: no acudió a la convocatoria, el comité de disciplina le impone 3 meses de sanción y esta misma semana el Comité Superior de Disciplina Deportiva ratifica la sanción. Para que el absurdo sea completo, la sanción no se corresponde con la que figura en los reglamentos, porque deberían ser 2 años por no acudir a una convocatoria y para ello la sancionan por una falta distinta para que no esté tanto tiempo sin acudir a la selección.

¿Tiene alguna lógica?

Llevamos años diciendo que hay que cuidar el futuro de los y las deportistas, que deben tener una carrera. Hay deportes, especialmente los femeninos, que aunque jueguen al máximo nivel no tienen ingresos y deben compaginar deporte y trabajo para poder vivir. ¿Esto es proteger a las personas, pensar en su futuro? ¿Ayuda en algo? o por el contrario, nos envían de nuevo el mismo mensaje: el deporte no es lo tuyo. Porque, sinceramente, parece que les están dando a elegir entre la enfermería y el voleibol. A ver si se enteran de una vez, que no viven de esto y que la carrera deportiva tiene, desgraciadamente, un plazo muy corto y cuando termina hay que incorporarse al mundo laboral y esta incorporación debía de ser natural, no traumática.

Sara González ha recurrido a la justicia ordinaria y desde aquí le enviamos todo nuestro apoyo, aunque creo que esto se tendría que haberse solucionado en la propia federación, porque le están haciendo perder un tiempo de oro a la jugadora y dinero extra de abogados, etc, que se podían haber ahorrado. Pero ha hecho lo que debía, no callarse y reclamar lo que es justo para ella.
¡Ánimo!

Lágrimas por una medalla "liberado" en Madrid

Que no os asuste el título, es sólo una forma de llamar la atención sobre una iniciativa que desde hace años admiro y que realmente me satisface que se haya llevado a cabo en nuestro país. Estoy hablando del "bookcrossing": coges un libro, lo lees y lo dejas en la calle, en cualquier sitio: un café, el metro, un parque, para que otra persona lo recoja y lo lea a su vez. Es una forma de popularizar la cultura, sin tener que ir a una biblioteca, simplemente disfrutas de unas páginas que, previamente, alguien ha disfrutado.

El Ayuntamiento de Madrid y Mahou distribuyeron el domingo 14 de noviembre 30.000 libros en "La mayor liberación de libros" y, entre ellos, ha tenido el inmenso honor de aparecer "Lágrimas por una medalla" y todo gracias a que una lectora y estupenda actriz, María Castro, ha participado como voluntaria de esta iniciativa y el libro que ha recomendado es el nuestro. No puedo, no podemos, porque estoy segura de que Tania va a ratificar coma por coma este post, estar más encantadas y agradecidas porque alguien tenga en su pensamiento y entre sus preferencias "Lágrimas por una medalla". Es una inmensa suerte estar entre los elegidos, porque si nuestro libro puede ser leído en cualquier rincón de Madrid o de España, alguien más podrá conocer cómo es la vida de una deportista como Tania, comprender lo que sienten y aprender cosas tan importantes como luchar por tus sueños, algo que a muchos se les ha olvidado. Nunca os rindáis, luchad por vuestros sueños. Y si no se hacen realidad, nos os sintáis derrotados, porque mientras lucháis habréis crecido y aprendido tantas cosas que, en el fondo, habréis vencido.

Por cierto, si os tropezais con alguno de estos libros "liberados" no olvidéis entrar en la página web de la iniciativa www.lamayorliberaciondelibros.es y registrarlo, porque por cada uno de los libros que se registren en la página Mahou donará 3 euros para un proyecto de integración laboral de jóvenes en riesgo de exclusión.