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Las canadienses se plantan

Nunca hubiera pensado que en Canadá, país que siempre ha estado a la cabeza de la promoción de la actividad física entre las mujeres y con una especial sensibilidad hacia la mujer en los medios de comunicación, tanto en la calidad como en la cantidad de noticias, pudiera vivir una circunstancia similar a la que hace unos meses salió a la luz en España: la discriminación hacia el fútbol femenino.

El equipo nacional de fútbol de Canadá se ha plantado ante la Federación canadiense negándose a jugar los partidos de preparación que tienen de cara al mundial de este verano, para el que se han clasificado ganando el torneo clasificatorio de la CONCACAF.
El detonante ha sido el anuncio de su seleccionadora, Carolina Morace, de abandonar el equipo tras el Mundial, por discrepancias con la Federación sobre la forma de gestionar el fútbol femenino.
Para las jugadoras, Morace ha supuesto un cambio total en el equipo. Según su capitana, Christine Sinclair, ahora pueden competir con las mejores del mundo gracias a ella y no pueden permitir que se vaya. Para ellas lo más duro es ver que su federación no las apoya, ni apoya a su entrenadora.
Han solicitado ayuda legal para negociar su situación con la federación, porque la cuestión de la entrenadora ha sacado a la luz los problemas de discriminación por cuestión de sexo. Tienen peores becas, peores dietas y quieren recibir un trato acorde al puesto que ocupan ahora mismo en el ranking FIFA, 9º, mientras que el equipo masculino, ocupando la 80º posición del mismo ranking, consume una gran parte del presupuesto federativo.

La mayoría de las jugadoras del equipo nacional canadiense han dejado sus trabajos y sus clubes para concentrarse al máximo en el Mundial de este verano. Pero su esfuerzo no se ha visto recompensado y algunas tienen serios problemas para llegar a fin de mes con una beca que ni siquiera les paga la federación, sino que les llega de Sport Canada, organismo gubernamental similar a nuestro CSD. La federación sólo paga cantidades que negocia para campeonatos específicos como el Mundial o los torneos clasificatorios para el Mundial o los Juegos Olímpicos.

Las jugadoras han salido a dar la cara, han concedido entrevistas a todos los medios de comunicación canadienses, pero ningún miembro de la Federación ha aceptado hablar. Nunca había nadie disponible para atender a los medios, según palabras de periodistas como Anna Maria Tramonti en la CBC, que intentó conocer la versión de todas las partes.

La federación canadiense de fútbol se niega decir a las mujeres cuánto es lo que les paga al equipo masculino. Creo que tienen derecho a plantar cara ante este trato discriminatorio, más aún por que la federación recibirá unos 300.000$ de la FIFA por su clasificación para el Mundial Femenino, pero nadie sabe adónde irá ese dinero, o lo que es peor, sospechan que no recale en el fútbol que lo ha ganado con su propio esfuerzo, el fútbol femenino.

1 comentario:

  1. Muchas gracias por el post Cristina. Está claro, hay que seguir en la pelea, sobre todo en el ámbito federativo, y más si cabe, en el fútbol.

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