Acaba de finalizar el Mundial de Gimnasia Rítmica en Moscú y tengo la sensación de que todos los cambios habidos en lo deportivo no han servido de mucho, porque en los despachos todo sigue igual.
Hemos tenido representación española, por supuesto. Las individuales han hecho su papel, Marina Fernández, Natalia García y Julia Usón, factoría Iratxe, han competido bien. Liderando en equipo español teníamos a Carolina Rodríguez. Y yo me pregunto, ¿no es Carolina la gimnasta que en el 2007 ya no valía y la federación la mandó a su casa?
Afortunadamente, las gimnastas están muy por encima de los dirigentes, son nobles, luchadoras, sacrificadas y algunas, no se dejan pisar. Carolina, con su afan de superación y su propio esfuerzo, no desistió. Cuando la enviaron a casa, siguió entrenando en su club de León, primero como entrenadora, para ganarse la vida. Poco después se dió cuenta de que era muy pronto para abandonar, que todavía tenía mucho que aportar a la gimnasia.
Que casualidad que ahora, tras la retirada de Almudena, Carolina vuelva a representar a España a nivel internacional. Resulta que 3 años después de echarla, es su mejor baza. Alguien sigue sin hacer los deberes.
Y no lo digo por Carolina. Ella tiene todo mi respeto, admiración y mi apoyo. Pero resulta triste comprobar que no hubiese preparado un relevo para Almudena y que cuando aprietan las circunstancias hay que rebuscar en la papelera la ficha de aquella gimnasta que deshauciaron años atrás. Menos mal que Carolina siguió entrenando y compitiendo a nivel nacional.
Hay que trabajar la gimnasia de base y tratar a las gimnastas como se merecen para que cuando una gimnasta se retire tengamos a otra ya preparada para poder sustituirla porque sino nunca podremos estar en el lugar que la gimnasia española se merece, el podio.
Centrándonos en la competición, un nuevo título para Kanaeva, estaba en su casa pero merecía esa medalla. Segundo lugar para su compatriota Kondakova y bronce para Melitina, gimnasta bielorrusa. Las gimnastas del Este siempre han estado arriba y realizan un trabajo fantástico aunque, personalmente, eché de menos a Bessonova, lo siento, era mi gimnasta.
Respecto a conjuntos, mi especialidad, Italia se proclamó campeona del mundo. Fantástico conjunto, un nivel de dificultad altísimo. Salen al tapiz a comerse el mundo y eso se nota, se vuelve a ver ejercicios de aros con lanzamientos continuos que me recuerdan mucho nuestra época. Simplemente, da gusto verlas en el tapiz.
Bielorrusia mereció la plata y las rusas se tuvieron que conformar con el bronce, a pesar de sus fallos se llevaron una medalla.
España entro en la final de cintas y cuerdas con la octava mejor nota, en aros tuvieron fallos garrafales, salidas del tapiz que nos llevaron al decimoquinto lugar de la General, muy lejos de las mejores.
Afortunadamente, se clasificaron para el siguiente mundial en el que nos jugamos la presencia olímpica en Londres'2012, pero queda mucho trabajo por hacer.
Desde aquí anímo a las gimnastas a trabajar duro y seguir con ilusión, pero a la Federación... por favor, dejen de pensar en ustedes mismos, lo que importan son las gimnastas, las que se dejan la piel cada día en un tapiz, las que renuncian a su juventud, a su familia, a mil cosas por un deporte que aman.
Cuidemos a nuestros deportistas y a nuestro deporte, porque sino luego no podremos exigir.