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Girls Only

La estación de esquí de Cypress, sede de varias pruebas de los Juegos Olímpicos de Vancouver 2010, acoge un innovador y muy interesante programa dirigido exclusivamente a las mujeres. La idea surgió de la Escuela de Esquí de la estación, concretamente de las monitoras de esquí y snowboard que detectaron la necesidad de crear un ambiente en el que las mujeres se encontrasen cómodas para acercarse al deporte de la nieve. Durante mucho tiempo observaron cómo algunas mujeres se sentían demasiado presionadas durante el aprendizaje cuando el monitor era masculino, pasaban vergüenza en grupos mixtos o se sentían intimidadas por la actitud ante la actividad de sus compañeros masculinos.
Todos estos componentes llevaron a las monitoras de esquí a crear diferentes sesiones "Sólo para chicas", que permitiese a muchas mujeres compartir la experiencia con otras mujeres como ellas.
Primero lanzaron "Girls Night", donde las mujeres pueden recibir lecciones de esquí en compañía de otras mujeres y con monitoras, a un precio especial. Y tras el esfuerzo siempre hay un tercer tiempo en el bar de la estación donde todas pueden comentar sus sensaciones.
Hay que entender que en Canadá, especialmente en Vancouver, la población está compuesta por un mosáico de culturas y muchas de ellas tienen un concepto muy distinto al europeo, en cuanto a la relación hombre-mujer y la actitud de la mujer ante ciertas situaciones, especialmente públicas, difiere mucho de la nuestra, lo que hace aún más comprensible iniciativas como ésta.

Para dar a conocer todos sus programas y actividades, diseñados exclusivamente para mujeres, y coincidiendo con el primer aniversario de los Juegos, organizaron un día para mujeres completamente gratis: alquiler de material, pase para los remontes y dos horas de clase. Y allí que me fui a vivir en directo la experiencia.
Había mujeres de todas las edades, condiciones y nacionalidades. Yo me fui con un grupo de estudiantes universitarias internacionales: Japón, Corea, India, Egipto, Emiratos Árabes Unidos... os podéis imaginar que algunas no habían visto nunca la nieve y todo era nuevo para ellas. Ni siquiera la monitora era local. Marlies es una profesora de esquí y snowboard, holandesa!! que pasa todo el invierno en Vancouver. Dos horas de clase y almuerzo conjunto para las 120 mujeres que asistimos a la cita. Ambiente, inmejorable. Experiencia, inolvidable.
Con esto no quiero decir que las mujeres necesiten estar sólo entre mujeres para practicar deporte, pero sí es cierto que desde siempre nos han mostrado el deporte como algo que nos era ajeno. Recibimos millones de mensajes enfocados siempre a nuestra apariencia física y los condicionantes sociales y culturales no pueden ser barridos de un plumazo, y menos aún cuando forman parte de tu día a día.
Nos llevan mucha ventaja. Para ellos es algo natural. Para nosotras también, pero nos pesan los mensajes negativos que desde siglos nos han alejado del deporte.
Si para empezar tiene que haber un "Girls Only", bienvenido sea.

Las canadienses se plantan

Nunca hubiera pensado que en Canadá, país que siempre ha estado a la cabeza de la promoción de la actividad física entre las mujeres y con una especial sensibilidad hacia la mujer en los medios de comunicación, tanto en la calidad como en la cantidad de noticias, pudiera vivir una circunstancia similar a la que hace unos meses salió a la luz en España: la discriminación hacia el fútbol femenino.

El equipo nacional de fútbol de Canadá se ha plantado ante la Federación canadiense negándose a jugar los partidos de preparación que tienen de cara al mundial de este verano, para el que se han clasificado ganando el torneo clasificatorio de la CONCACAF.
El detonante ha sido el anuncio de su seleccionadora, Carolina Morace, de abandonar el equipo tras el Mundial, por discrepancias con la Federación sobre la forma de gestionar el fútbol femenino.
Para las jugadoras, Morace ha supuesto un cambio total en el equipo. Según su capitana, Christine Sinclair, ahora pueden competir con las mejores del mundo gracias a ella y no pueden permitir que se vaya. Para ellas lo más duro es ver que su federación no las apoya, ni apoya a su entrenadora.
Han solicitado ayuda legal para negociar su situación con la federación, porque la cuestión de la entrenadora ha sacado a la luz los problemas de discriminación por cuestión de sexo. Tienen peores becas, peores dietas y quieren recibir un trato acorde al puesto que ocupan ahora mismo en el ranking FIFA, 9º, mientras que el equipo masculino, ocupando la 80º posición del mismo ranking, consume una gran parte del presupuesto federativo.

La mayoría de las jugadoras del equipo nacional canadiense han dejado sus trabajos y sus clubes para concentrarse al máximo en el Mundial de este verano. Pero su esfuerzo no se ha visto recompensado y algunas tienen serios problemas para llegar a fin de mes con una beca que ni siquiera les paga la federación, sino que les llega de Sport Canada, organismo gubernamental similar a nuestro CSD. La federación sólo paga cantidades que negocia para campeonatos específicos como el Mundial o los torneos clasificatorios para el Mundial o los Juegos Olímpicos.

Las jugadoras han salido a dar la cara, han concedido entrevistas a todos los medios de comunicación canadienses, pero ningún miembro de la Federación ha aceptado hablar. Nunca había nadie disponible para atender a los medios, según palabras de periodistas como Anna Maria Tramonti en la CBC, que intentó conocer la versión de todas las partes.

La federación canadiense de fútbol se niega decir a las mujeres cuánto es lo que les paga al equipo masculino. Creo que tienen derecho a plantar cara ante este trato discriminatorio, más aún por que la federación recibirá unos 300.000$ de la FIFA por su clasificación para el Mundial Femenino, pero nadie sabe adónde irá ese dinero, o lo que es peor, sospechan que no recale en el fútbol que lo ha ganado con su propio esfuerzo, el fútbol femenino.